Qué pasa con España 6.- Pues vamos españaos
Me imagino la democracia desarrollada, en la práctica, por unos ciudadanos reunidos en un gran y austero ayuntamiento, cada uno exponiendo sus ideas, motivos, explicaciones y argumentos con la intención de llegar a un acuerdo que evite ser demasiado perjudicial para unos y demasiado beneficioso para otros. Son funambulistas de la coherencia, el raciocinio, el respeto físico y moral hacia los demás y hacia uno mismo, la buena voluntad y el deseo por la paz y el bien común. En vez de eso, tenemos a unos monos que pegan gritos y que se pelean entre ellos. ¿De quién es la culpa? Quién sabe… lo que sí sabemos es que es nuestra responsabilidad lograr que el sistema funcione, porque sin sistema, ¿qué somos? Los monos se organizan mejor que nosotros y se cuidan. Somos más que simios. Somos la cúspide de la evolución en el planeta Tierra, el único lugar de toda la creación donde se puede leer un libro y se puede amar. El universo es nuestro regalo y divertimiento: incontables misterios, desafíos, peligros, maravillas y recompensas nos aguardan, solo tenemos que ir en su encuentro. Y no vamos a poder ir si desperdiciamos nuestros recursos y nuestro buen hacer robándonos plátanos, arruinando el planeta, aniquilando a otras especies y guerreando entre nosotros. Tenemos que mirar más allá y contemplar al más virtuoso e inteligente animal que ha poblado el planeta azul, para darnos cuenta de que todos somos lo mismo: Homo sapiens; todos distintos y todos iguales. Debemos aprovechar el don y la oportunidad que se nos han concedido.
Así que, os pregunto a todos y a todas, amigos y amigas, ¿somos o no más que unos monos bobos? ¿Acaso no tenemos un sistema solar a nuestra disposición, para nuestro goce? ¿Hay alguien o algo que pueda competir con nosotros, que pueda suponer un obstáculo para llevar a cabo nuestra tarea? ¿Va a asolarnos una catástrofe natural o artificial? Estamos preparados y sobreviviremos. ¿Van a reunir un ejército los mamíferos del agua, junto con los cefalópodos y los córvidos?, ¿van a juntarse con sus colegas simios para intentar derrocar la soberanía de nuestra especie? ¿Lo conseguirían? ¡No! ¡No se atreven! ¡Nadie y nada puede…!; «¿Y los extraterrestres, si los hay?»; si llaman a la puerta y traen problemas, los echaremos con una patada en el culo y con una postal para que entreguen a sus líderes y sepan que la Tierra está fuera de su alcance. ¿No contamos con los medios, la tecnología y la curiosidad, que es la más potente de nuestras herramientas? ¿No hemos sometido a la ciencia a nuestros deseos? ¿No hemos conquistado montañas y cavernas? Dominamos la tierra, el aire y el mar. Hemos ido al espacio y hemos ido al océano. Hemos ido a la cumbre más alta, al abismo más profundo, a las tierras más gélidas y a las más abrasadoras. Hemos hallado formas de utilizar los elementos que nos rodean que harían temblar a cualquier ser viviente. Hemos erradicado enfermedades y resucitado especies. Hemos mejorado nuestras capacidades y perfeccionado nuestras artes. Hemos superado toda ambición y limitación. ¡Hemos dotado de consciencia los designios de la creación! ¡Hemos creado una civilización que perdurará durante milenios!: perdurará en la Tierra, perdurará en el espacio, perdurará en la Luna y en Marte, perdurará en los satélites y en los cohetes, perdurará en las colonias, perdurará en las estaciones y naves espaciales, perdurará en las grabaciones y en los diarios, perdurará en la basura espacial y en nuestros restos. ¡Perdurará en la cultura, perdurará en la memoria y perdurará en el tejido del mismísimo cosmos!
Amasaremos toneladas de materiales. Amasaremos conocimientos. Amasaremos valiosa sabiduría y evolucionaremos más allá de nuestras aptitudes. ¡No nos detendremos jamás! Somos una indomable plaga que se adapta y se amolda. Somos los demiurgos de la realidad. Somos los soñadores que luchan y sobreviven para luchar un día más. Somos la obra maestra de aquella poderosa y enigmática fuerza a la que llamamos naturaleza. ¡Somos un prodigio! ¡Somos dioses mortales! ¡Somos seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!; «¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!»; ¡¿Qué somos?!; «¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Muerte a los monos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!»; ¡Sí, somos seres humanos!; «¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!; ¡Muerte a los cezarópolos!; ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!; ¿Qué dice este?; ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!; ¿Qué dices tú de los cefalópodos, payaso?; ¡Seres humanos!; ¿¡Eh?!; ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!; ¿Que qué dices de los cefalópodos? ¿No ves que hay que ir primero a por los monos, que pueden andar y tienen brazos?; ¡Seres humanos!»; ¡Homo sapiens! ¡Sí, seres humanos! ¡Seres humanos!; «¡Seres humanos! ¡Seres humanos!; Ya, pero los cefapódolos son más y controlan los océanos. No sabemos qué esconden en las profundidades; ¿Pero tú estás pirao? Hervimos el océano y a tomar por…»; a ver, a ver, que os estáis desmadrando, vamos a seguir. ¿Qué más puedo decir? Deshagámonos de las contrariedades que invaden nuestro hogar y nuestro espíritu. Traspasemos las fronteras de la cordialidad y hagamos añicos los esquemas que nos impone el universo. Olvidemos quién hizo y dijo qué. Dejemos de pelear e intentemos trabajar en un renovado contrato social. Izquierda, derecha, centro… queremos lo mismo, está grabado en nuestros genes: queremos vivir, leer un libro y amar. No podemos vivir, ni leer ni amar si no dejamos de odiarnos a nosotros mismos y al resto del firmamento. Somos seres humanos sí, y tenemos un largo y arduo camino por delante; tan solo tenemos que empezar a recorrerlo caminando juntos*.
* «Y así, Pepe logró restaurar su admiración por Macarena Olona, quien hizo trizas su ya de por sí escaso amor por la política. Aún no entiende qué le ocurrió a la antigua política de Vox y ahora fundadora de Caminando Juntos, pero sí sabe que su objetivo es importante, que tiene un as bajo la manga, vamos… Debe tenerlo porque si no, Pepe volverá a decepcionarse y se quedará sin heroína, otra vez, y cuando Pepe se queda sin heroína le aparece el mono. ¿Qué hemos aprendido hoy de los monos?
¡Hay que acabar con ellos! ¡Sííííííííí! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Somos la cúspide de la evolución! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Homo sapiens! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos! ¡Seres humanos!»; vale ya, se acabó.